OPINIÓN

'Odile', Eladio y Foucault

Eduardo Caccia EN EL NORTE

21 septiembre 2014

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Supongamos que se llama Eladio. Supongamos que pasó una noche en una pequeña bodega con su familia, resguardado de vientos que, a más de 200 km/h, arrancaron postes de la red eléctrica, voltearon autos, destrozaron ventanas, muebles, plafones; ahogaron caminos, torcieron metales, sembrando la destrucción y astillando el alma de un lugar llamado Los Cabos.