A un año de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador arrancara su sexenio con la promesa de pacificar el País a través de una política de "abrazos, no balazos", el caso de Ovidio Guzmán en Sinaloa, el ataque a la familia LeBarón, el terror en Nuevo Laredo y los más de 30 mil homicidios durante sus primeros 12 meses de Gobierno han puesto en duda la efectividad de su estrategia.