Con un dron, un biólogo siguió la ruta del derrame de las lagunas de desechos de la refinería de Cadereyta, que no termina en donde se parchó con tierra, sino que va a dar hasta el Arroyo El Ayancual. Crédito: El Norte
En el caso del derrame de hidrocarburos de la Refinería de Cadereyta salió peor el remedio que la enfermedad.