Quienes conocían a don Francisco I. Madero se asombraron de que se hiciera revolucionario. La verdad es que tenía apariencia de todo, menos de eso. Las circunstancias -y el empecinamiento de un régimen que no supo advertir el cambio de los tiempos- hicieron de aquel hombre tímido y pacífico un apóstol social.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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