Héroe a toda prueba
María Luisa Medellín
(17 abril 2016) .-00:00 hrs
"Gracias por ser mis héroes ocultos", escribió Santiago Armenta a su hermano Guillermo y a toda su familia para expresar lo que valoraba que ellos fueran su motor en el logro de sus metas.
Guillermo le respondió que también para él había sido ese héroe que estuvo ahí cuando más lo necesitó.
Luego, el joven se quedó pensando en cuántos jóvenes abandonan sus sueños por falta de recursos o de alguien que los impulse, y se dijo convencido que él podría hacer un cambio en la vida de algunos de ellos.
No le sobraba el dinero, pero se le ocurrió que por las buenas marcas que lograba en los maratones podría convertirse en un corredor con causa. Además, invitaría a donar a sus amigos y a su familia.
Sin perder tiempo puso manos a la obra. Participó en el Maratón de Monterrey 2011 y reunió poco más de 50 mil pesos que destinó a atletas de alto rendimiento de quienes él y sus amigos se enteraron que también estudiaban y requerían apoyo.
Así surgió la fundación Héroes Ocultos, con la que formalizó su proyecto, inspirado en la frase que su hermano mayor le escribió.
I
Al principio Héroes Ocultos benefició a cuatro deportistas. Hoy son 30, la mayoría de Nuevo León, y algunos de Sinaloa, Coahuila, Jalisco, Veracruz y Chihuahua.
"Cuando un atleta sube al pódium a recibir su medalla, hay muchos héroes que no se ven, pero que permitieron que él se enfocara en su meta: papás, hermanos, entrenador, preparador físico, amigos, y nosotros queremos ser parte de ese equipo", subraya Guillermo, delgado, moreno y de cabello corto muy bien peinado.
A sus 32 años, este ingeniero industrial y de sistemas es jefe del área de merchandising en una importante empresa.
Estudia la maestría en desarrollo organizacional y tiene otras dos, en administración de empresas e ingeniería industrial.
Desde los últimos grados de primaria a la fecha ha tenido becas de excelencia, por eso tiene muy claro que la educación sumada al deporte es esencial, ya que desde pequeño jugó futbol soccer y participó en la selección de Los Mochis, de donde es originario, así como en la de Sinaloa.
Incluso probó suerte en el Cruz Azul, pero desistió porque era muy difícil ser futbolista y alcanzar un título universitario.
II
Carlos Guillermo Armenta López es el menor de los cinco hijos del ingeniero agrónomo Santiago Armenta y María Teresa López, quien se dedica al hogar y a la familia.
Estudiaba en un colegio marista. Tenía excelentes calificaciones, y lo becaron desde cuarto de primaria hasta la preparatoria porque su papá atravesó por problemas económicos.
En una pequeña sala de juntas, durante su horario de comida, Guillermo, sereno, sencillo y de firmes convicciones, platica que decidió estudiar su carrera en Monterrey para emprender su propio camino y evitar comparaciones con sus hermanos, quienes estudiaban en Mexicali.
Su padre prefería que estuviera con ellos, además de que así ahorraría en gastos de renta y transporte.
"Mi papá me dijo que iba a batallar, pero si ya lo había decidido, estaba bien. Lo peor fue que ya en la carrera de Ingeniería Industrial y de Sistemas en la UDEM reprobé una materia por primera vez en mi vida, y mi única oportunidad para continuar era solicitar una beca préstamo.
"Pagaba el 10 por ciento de las colegiaturas y ahora había que costear como el 30 o 40 por ciento, pero mis hermanos me dijeron: 'A ver cómo te apoyamos, nos la jugamos contigo'. Ellos se hicieron cargo de mis gastos poco a poco, y más cuando se graduaron como ingenieros".
Guillermo recuerda que de chico, cuando no tenía tachones o le faltaba algún material escolar, también le ayudaban a su papá, comprándoselos.
"Creo que por eso quiero compartir con otros, seguir su ejemplo. Afortunadamente, mi familia ya ha salido adelante".
Ena, su hermana, relata vía telefónica desde Culiacán que Memo, como le dicen, ha sido muy sensible a las necesidades de la gente desde niño, así como muy tenaz y disciplinado porque encuentra la manera de concretar sus proyectos, pese a que a otros les parezcan imposibles o muy complicados.
III
Antes de sus primeros pasos en la fundación, Guillermo empezó a apoyar con recursos propios a Ana Cecilia, una alumna de primero de primaria de la comunidad El Saladito, en Marín, Nuevo León.
La mamá de una amiga, directora de la escuela a la que asistía la niña, le habló de ella. Le dijo que su familia era humilde y que ella sacaba excelentes calificaciones. Guillermo se comprometió a sostener sus estudios y Ana Cecilia ya está por terminar primaria.
"Pienso que si logro que llegue a la universidad tendrá una gran oportunidad, como yo la tuve", menciona satisfecho.
Ya con la fundación, agrega, el propósito fue respaldar atletas de alto rendimiento que combinaran el deporte con el estudio, aunque hubo algunas ayudas especiales a jóvenes que no eran deportistas, pero necesitaban recursos para concluir su carrera.
Ximena Amezcua fue de las primeras seleccionadas. Tenía 9 o 10 años. Guillermo dice que la habían visto en competencias de gimnasia artística y aún la apoyan.
"Es un orgullo porque en la Olimpiada Nacional 2015 ganó medalla de oro".
Las becas consisten en una aportación económica mensual, apoyos para viajes a competencias, equipo deportivo, chequeos médicos, ayuda con trámites como visa o pasaporte, así como acompañamiento en los eventos en los que participan, paseos y convivencia con otros deportistas.
"Cada caso es distinto. No todos requieren las mismas cosas, y también hemos retirado la beca a quienes dejan de estudiar. Hablamos con ellos. Les damos seis meses para que lo piensen y no dejen la escuela, y en caso contrario, asignamos el apoyo a otra persona", explica.
Lo importante, subraya Guillermo, es que se note el esfuerzo y los resultados.
IV
En una ocasión uno de los atletas compartió una campaña en Facebook que estaba realizando la mamá de una joven que iría al Mundial de Atletismo sub 18, en Cali, Colombia, para completar los pasajes y viáticos. Eran de Sonora. Habían hecho rifas y eventos, y nada más faltaba un mes para la competencia.
"Les escribí un mensaje diciéndoles que les depositaría lo que necesitaban. Queríamos que la chica no se preocupara por nada más, que se enfocara en entrenar. Ese tipo de cosas son la razón de ser de la fundación".
Diego Balleza, quien ganó medalla de oro en el Grand Prix de Clavados Toronto 2015, cuenta que cuando ha necesitado apoyo para participar en alguna competencia, también lo ha recibido, así como ropa deportiva y equipo.
A su vez, él y otros atletas acuden a comunidades de escasos recursos a entregar comidas, ropa y cobijas que reúne la fundación.
"Memo es como un hermano mayor. Se entusiasma con nuestros logros, tiene la mentalidad de apoyar y, sobre todo, de dedicarte su tiempo y atención cuando lo necesitas", narra el joven de 21 años, quien vive en la villa de atletas del Parque Niños Héroes porque entrena siete horas diarias y estudia administración de empresas.
Alberto y Beatriz "La Rusa" Briones, canoístas que han conseguido medallas de oro, plata y bronce, en Olimpiadas Nacionales y en Juegos Panamericanos y Mundiales de Canotaje, dicen que en Héroes Ocultos han encontrado una segunda familia.
"Han estado en los momentos difíciles", destaca Beatriz, quien estudia preparatoria y vive en Santiago, ya que junto con su hermano entrena en la Presa La Boca.
"Se preocupan por nosotros y porque demos un salto de calidad en el deporte, en los estudios, en ser mejores personas".
Alberto, de 19 años y estudiante de Cultura Física y Deportes, agrega que Memo trabaja por lo que quiere y lo logra, pero piensa tanto en los demás que se olvida de sí mismo. No ha formado su propia familia, pero los atletas son como sus hijos.
V
Uno de los retos de la fundación es que se sume más gente dispuesta a dedicar su tiempo y esfuerzo.
Érick Barbosa, uno de sus integrantes, confiesa que cuando Guillermo hablaba de sus planes para crear Héroes Ocultos había incertidumbre.
"No nos quedaba claro cómo iba a ser, pero aceptamos el reto y hemos visto con satisfacción que el esfuerzo ha valido la pena.
"Es un modelo que debe ser copiado en otras asociaciones como una buena práctica porque se estudia muy bien cada caso, las necesidades, y se le da seguimiento. No es dar por dar".
A Guillermo se le ilumina el rostro cuando habla de los frutos que han conseguido y que servirán para que más atletas sean becados.
"Organizamos una primera carrera sin tener idea de cómo nos iba a ir, y fue todo un éxito. Era para mil 800 personas y se inscribieron 2 mil 300.
"En agosto será la quinta y tenemos 7 mil participantes. ¡En 21 días se acabaron las inscripciones!", exclama sonriente.
Dice que tanto este evento como los corredores con causa que asisten a maratones en el País y otras partes del mundo generan buena parte de los recursos para Héroes Ocultos.
Las razones para continuar tienen nombre y apellido: Victoria Heredia, medalla de Plata en taekwondo en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, y Cecilia Cuéllar, quien obtuvo el bronce en el Campeonato Panamericano de Karate 2015.
También Valeria Soto, con 6 medallas de oro en la categoría infantil mayor de tiro con arco, en la Olimpiada Nacional 2015. Y la lista continúa.
Orgulloso de su hermano, Santiago resalta que siempre está dispuesto a correr la milla extra, lo que le ha permitido desarrollar su carácter y lograr sus sueños, aunque acepta que en algún momento pensó que Memo era muy joven para tomar una responsabilidad tan grande como la fundación.
"Ha sido muy solidario desde pequeño. Recuerdo el comentario a regañadientes de papá: 'Este Memo todo regala', pero hoy creo que la fundación puede ganar fuerza en los próximos años, una vez que los atletas se conviertan en testimonios vivos de que sí se puede, y el proyecto tome aún mayor credibilidad".
Guillermo confiesa que, de pronto, se pregunta en qué lío se metió, pero es más fuerte su deseo de ayudar a alguien a cumplir sus sueños.
"No puedo perder esa oportunidad, y ojalá los demás también lo piensen así, porque todos podemos ser héroes".
Si deseas contribuir
- Facebook: heroesocultos - heroesocultos.org - heroesocultos.com
El equipo de Héroes Ocultos está formado por: Priscila Heimpel, coordinadora de seguimiento; Abril Cantú, psicóloga deportiva; Adalia Cantú, Érick Barbosa, Pepe Grassano, Eduardo Alverde, Juvencio Moncayo, Jorge de la Fuente, Adrián Barroso, la familia Trotime y otras personas que de una u otra forma ponen su granito de arena para que los jóvenes atletas conquisten sus sueños.