Más de cien hermosas modelos llegaron en góndolas a la plaza más famosa de Italia en la cual el sol caía y se reflejaba en las cúpulas bizantinas de su catedral. Más de 350 invitados de todo el mundo, los llamados "la familia
Dolce&Gabbana", se reunieron vestidos también como duques y princesas en mesitas individuales, tomando bellinis, y listos para presenciar en directo la nueva sorpresa que estos diseñadores han traido como un homenaje a esta ciudad, mezcla de estilos europeos y bizantinos.