Cafecito entre las plantas

Después de que Viveros Valle Alto descubrió un segundo negocio en la gastronomía al montar su monísimo restaurante Edén dentro del enorme invernadero que tiene en la Carretera Nacional, otro vivero más chiquito de San Pedro, el Jade de Capellanía, casi llegando a Morones, quiso hacer lo propio con unas mesitas rodeadas de la flora que tiene a la venta y bajo la sombra de Huizaches y Anacuas, en un pedazo de su predio al aire libre al que bautizó como Café Jardín.