Entre más escuchamos, más nos confundimos: ¿cómo es que resulta mejor que el hijo mayor del Presidente en lugar de deberle favores a Baker Hughes, contratista de PEMEX beneficiada con ampliaciones de contrato por más de 300 millones de dólares, se los deba entonces a un señor que es su jefe y que es desarrollador inmobiliario con hoteles en la Riviera Maya y que se beneficia con el Tren Maya, siendo en esta obra además el asesor principal del Presidente?