OPINIÓN

Cómo no ser un dinosaurio

Jorge Ramos Ávalos EN EL NORTE

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José José acababa de morir y millones de mexicanos (y latinoamericanos) querían saber más. ¿De qué había muerto? ¿Dónde lo iban a enterrar? ¿Cuándo sería su homenaje público? Las redes sociales estaban llenas de mentiras, exageraciones y supuestas declaraciones sin confirmar. Y lo que faltaba era, sencillamente, buen periodismo.