Iturbide estaba en los cuernos de la luna. Si cuando era simple oficial se sentía un invencible Napoleón, ahora que tenía el grado de brigadier se creía un Alejandro, un César, un Aníbal, un Hernán Cortés. Jamás, decía, había conocido la derrota. Eso era falso, pero lo decía de todas maneras. El 21 de diciembre de 1820, día en que salió a combatir a los insurgentes en el sur, escribió una carta al virrey en que le prometía que a más tardar en febrero del siguiente año asistirían los dos a una misa de acción de gracias por la definitiva derrota del enemigo.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.