Alguien tendrá que explicarle a la Historia (con H mayúscula) que la aprobación de la reforma judicial, la última piedra del Gobierno de López Obrador, haya sido sólo posible tras prometer impunidad a un corrupto y su familia. Ese hecho -ese único hecho- desvela las grietas de una reforma que transitó ocultando órdenes de aprehensión en los cajones sin fondo de un escritorio. La paradoja duele.
Carlos A. Pérez Ricart es Profesor-Investigador del CIDE. Tiene un doctorado en Ciencias Políticas por la Universidad Libre de Berlín y una licenciatura en Relaciones Internacionales por El Colegio de México. Fue investigador posdoctoral y docente en la Universidad de Oxford entre 2017 y 2020. Entre 2021 y 2024 fungió como uno de los integrantes de la Comisión para el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico (COVeH), 1965-1990.