OPINIÓN

Credo por México

Denise Dresser EN EL NORTE

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Días de desasosiego. Días de incertidumbre. Días de sentir que sopla un mal viento, desconsolado, agreste, que seca todo lo que toca. Así se siente vivir en México a comienzos del 2021. Así se siente contemplar a un país asolado por la pandemia, la violencia, la penuria de unos y la indolencia de otros. El clima prevaleciente es peleonero, duro, e incluso resignado a serlo. Y muchos nos preguntamos cómo mantener latiendo ese músculo obstinado que es el corazón, cuando por todas partes tantos cargan el pesado fardo de la desesperanza. Confinados o atemorizados, cuesta trabajo distinguir la transformación de la destrucción, el avance del retroceso, la verdad de la mentira pregonada desde el púlpito de la política.