Él sabía la razón de su insomnio. La lucha interna que sostenía intentando conciliar el sueño era causada por la sana ilusión y la preocupación natural tras el enorme reto asumido. Tomar las riendas de una Selección Nacional no es una de esas oportunidades con las que cualquier terrenal pueda toparse al caminar por las calles de este mundo.