"Por casi 6 años, todos los días, lo único que recibí fueron cartas de rechazo. Cada rechazo era devastador. Y cada vez, me preguntaba: ¿debo rendirme? Pero luego encontraba fuerzas y reflexionaba: no voy a rendirme, pero voy a regresar a mi hogar".<BR><BR>Así comenta la escritora Elizabeth...