Cuando los cuates se van
Guadalupe Loaeza EN EL NORTE
4 MIN 00 SEG
10 abril 2025
No hay nada más triste que la partida final de un amigo o una amiga, sobre todo si se le conoció desde la juventud. En estas últimas semanas, en las que no he dejado de leer el obituario de nuestro periódico, se han ido tres amigos, dos de ellos eran mis cuates en diferentes épocas. Cuando leí el nombre de cada uno en su esquela, no pude evitar pensar en la muerte, en la mía. "Espero que la esquela que me pongan mis hijos por lo menos ocupe toda una plana", pensé con cierta filosofía.
Descubrió quién es gracias a la escritura y al periodismo. Ha publicado 43 libros. Se considera de izquierda aunque muchos la crean "niña bien". Cuando muera quiere que la vistan con un huipil y le pongan su medalla de la Legión de Honor; que la mitad de sus cenizas quede en el Sena y la otra mitad, en el cementerio de Jamiltepec, Oaxaca, donde descansan sus antepasados. Sus verdaderos afectos son su marido, sus hijos, sus nietos, sus amigos y sus lectores