Te explico el trabalenguas. Resulta que mi marido anda de viaje y me dejó de tarea sacar a orear a su santa madre, alias Doña Calamidades, que, igual que las chachas, ya no se haya en ningún lado, así es que la trepé en mi camioneta y anduve cargando con ella todo el día mientras me dedicaba a trabajar en lo mío, que es salir a comer y cenar.