Ha desaparecido el sistema competitivo de partidos. Lo reconocemos hoy, pero la muerte sucedió hace seis años. Desde entonces las oposiciones son poco menos que irrelevantes. Serán incapaces de modificar la legislación y, muy probablemente, incapaces de detener los terribles cambios a la Constitución que se proponen.
Estudió Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad de Columbia. Es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Ha publicado El antiguo régimen y la transición en México y La idiotez de lo perfecto. De sus columnas en la sección cultural de Reforma han aparecido dos cuadernos de Andar y ver.