OPINIÓN

Desterrado me fui para el sur

LA OTRA HISTORIA DE MÉXICO / Catón EN EL NORTE

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En el año de 1867 Porfirio Díaz decidió tomar estado. Tenía 37 años, y era ya padre de varios hijos naturales entre los cuales prefería a una niña, Amada.

Se casó don Porfirio, por poder, con Delfina Ortega, que era nada menos que sobrina carnal suya, y con quien duraría casado hasta 1880, año en que ella falleció después de darle hijos.

Prácticamente desterrado por Juárez don Porfirio se dedica a intrigar en contra del presidente. La tarea no era nada difícil. Abundaban los que querían mal al abogado oaxaqueño. Lo acusaban de oportunismo, de estar entregado a los americanos, de pretender mantenerse indefinidamente en el poder. 

Juárez, mientras tanto, gobernaba con mano dura. Todas sus acciones, sin embargo, se dirigían a concentrar en sus manos la mayor dosis posible de poder.