Dolor de la memoria
Eduardo Caccia EN EL NORTE
En cierta forma todos somos arqueólogos de nuestra infancia. Nos gusta escarbar en los recuerdos, ese depósito caprichoso y selectivo que llamamos memoria, como para tomar aire y avanzar en el presente. En mi caso, y tal vez en el de muchos, ese viaje al pasado ejerce un magnetismo permanente, una sensación contradictoria entre felicidad y tristeza, ahí, justo ahí donde habita la nostalgia, esa calle de la felicidad triste.
Nací arqueólogo sin saberlo. Una cueva remota y oscura confirmó mi vocación: lo mío sería desenterrar significados. Veo cosas y escribo y escarbo. Leo para darme cuenta lo poco que sé de todo. Fundador de Mindcode, ayudo a innovar y entender la conducta del consumidor. Hago preguntas para encontrar respuestas y después tengo más preguntas. Lo mío es caminar en la cueva, encontrar la luz y volver adentro. Al final espero un epitafio corto: Signifiqué.