Los historiadores liberales lo niegan, como niegan muchas otras verdades evidentes. Lo cierto es que la Constitución de 57 no fue bien recibida en el país. Los legisladores constituyentes actuaron en forma moderada, es cierto, y los preceptos del nuevo código político de ninguna manera pueden ser tachados de extremosos, pero la población de México no estaba preparada para admitir nada que fuese contra los intereses de la Iglesia. Para el pueblo eso era lo mismo que atacar a Dios.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.