COLABORADOR INVITADO / Miguel Ruiz-Cabañas EN EL NORTE
Los primeros mexicanos en Estados Unidos no fueron migrantes. Vivían en Texas, California o Nuevo México cuando perdimos esos territorios a mediados del siglo XIX. Posteriormente, el auge industrial y la agricultura atrajeron a miles de mexicanos a trabajar en ese país. Después de la segunda guerra mundial, los gobiernos intentaron regular ese flujo mediante los "acuerdos braceros" que ofrecían empleos temporales en Estados Unidos. No terminaron con la discriminación ni los malos tratos, pero un día de 1964 Estados Unidos los canceló. La migración continuó, pero ahora fue principalmente indocumentada. Así nació el largo y sinuoso camino de la migración.