OPINIÓN

El mundo y los impuestos

COLABORADOR INVITADO / Alil Álvarez Alcalá EN EL NORTE

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Las cuestiones más preocupantes de la propuesta de reforma fiscal aprobada se han justificado en el Reporte BEPS de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y en la experiencia internacional: cláusula anti-abuso, reporte obligatorio de asesores fiscales y limitante a la deducción de intereses. Parece que sólo mencionar dicho reporte o lo que hacen otros países justifica cualquier cambio legal sin que quepa análisis alguno. Las recomendaciones de políticas públicas de la OCDE no necesariamente son aplicables sin más a México. Mucho se ha escrito, por ejemplo, sobre su modelo de tratado fiscal que privilegia a los países exportadores de capital, entre los que claramente no estamos. De esta manera, cualquier ajuste basado en las sugerencias de dicho organismo debe pasar por un filtro de análisis de idoneidad. Una vez realizado dicho análisis, debemos estar atentos a que lo presentado al Congreso sea realmente lo planteado a nivel internacional. Se requiere, entonces, contrastar la propuesta de ley mexicana con las recomendaciones o experiencias internacionales que supuestamente se busca implementar.