Siempre hay cosas de las que se habla después de un ataque armado como los de El Paso y Dayton, Ohio: que si las leyes de portación de armas son permisivas, que si las enfermedades mentales y el odio son los que disparan el gatillo y no las armas (frase favorita de la NRA), que si la violencia de los videojuegos, el internet y las redes sociales son los culpables.