La silla del Rey había quedado vacía desde aquel 25 de noviembre del 2020 cuando, un edema agudo de pulmón derivado de una insuficiencia cardíaca crónica, según relata la parte médica, terminó con la vida del último astro de proporciones planetarias que nuestros ojos pudieron ver sin necesidad de un telescopio. Aquel imponente trono que le perteneció a Diego Armando Maradona y antes a Pelé.