P.- Lic. Leroux, me casé y divorcié después de dos años de un narcisista. Tenía mucha necesidad de salirme de mi casa y se me hizo fácil casarme con el que pensé era un buen muchacho por las apariencias y el medio al que pertenecía. Desde la luna de miel me di cuenta que lo único que le importaba era hacer lo que él quería y mis necesidades siempre fueron ignoradas. Por más que traté de comunicarme, él nunca me escuchó, siempre me decía: ya vas a empezar, ponía los ojos en blanco y me evadía. Por lo mismo no quise embarazarme y sólo di tiempo para ver si podía ver en él la intención de poner se su parte para convivir. Al ver que no le interesaba y que lo único que le importaba eran sus actividades y círculo social de soltero. Le pedí el divorcio.
Josefina Leroux es terapeuta sexual, de pareja y familia. Autora de la columna Diván desde 1985. Mención en el Premio Rosario Castellanos al periodismo 2000. Profra. en la U.Iberoamericana. Autora de los libros: Despertares, Cómo duele el Amor, Violeta y Juan Carlos dicen adiós a la cigüeña. Coautora de YoSexual.com Diplomada en Pensamiento Político Contemporáneo, por el Centro de Estudios de Política Comparada y la UANL.