Nada se podía ya hacer: la locura se había apoderado de Carlota. En Roma se manifestó abiertamente el extravío mental de la desdichada emperatriz de México, quien sufría un delirio de persecución y un permanente estado de terror que acabaron por aislarla por completo de la realidad. Jamás retornaría ya Carlota a la razón: loca se volvió en Roma, loca estaría hasta el fin de su trágica existencia.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.