Don Ignacio Ramírez, "El Nigromante", era -ya lo dije- sumamente feo. No se avergonzaba de su fealdad, antes bien reía de ella. Otro sujeto tan feo como él vivía en aquel tiempo en la ciudad de México. Se llamaba Ramón Alcaraz, estudiante de Medicina y poeta igual que Acuña. Abandonó la carrera en el último año porque no pudo curar a cierta muchacha a la que amaba y que murió víctima de una enfermedad.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.