Imaginemos por un momento que nos adentramos en un multiverso. Que regresamos en el tiempo para convencer al mejor centro delantero que nuestro País ha tendido en la historia, para rogarle que vuelva a vestir la camiseta de México. Pensemos por un momento que podemos transportar del pasado a la versión más poderosa de Hugo, justo esa que mostraba al mundo cuando jugaba para el Madrid.