La pugna entre el Gobernador y el Congreso ha sido durante tres años un verdadero choque de trenes. Y las prácticas antidemocráticas como el transfuguismo político, retenciones de fondos e intimidación como formas de presión política entre el Ejecutivo estatal y los Alcaldes, o la inactividad del Legislativo local en la Legislatura pasada, exhiben que sí es urgente la reconciliación y el consenso, pero también demuestra la importancia de voltear a ver a la ciudadanía.