OPINIÓN

Espejo retrovisor

Denise Dresser EN EL NORTE

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Como lo demostró en su discurso a la Asamblea General de las Naciones Unidas, AMLO tiene la mirada puesta en el pasado. En la historia contada por los libros de texto gratuito, repleta de héroes y villanos, buenos y malos, quienes se pararon cerca del pueblo y quienes lo traicionaron. La suya es siempre una mirada retrospectiva, de espejo retrovisor, enraizada en el México de antaño al que quisiera regresar. A esa era del Estado paternalista, de una economía comandada por monopolios estatales, del Presidente benefactor y sus clientelas, que viven con la mano permanentemente extendida. Infatuado con un México mitificado, el Presidente pregona el nacionalismo nostálgico, y ése sí es un peligro. Porque al resucitar al país carbonífero y petrolizado que se imagina, repite errores que lo llevaron a ser el lugar que es hoy. Más cerca de la pobreza generalizada que de la prosperidad compartida. Más cerca de la regresión que de la transformación. No estamos evolucionando; estamos involucionando.