Son días de terror. Pero no estoy hablando de inseguridad, ni cobros de predial, ni de los precios del súper, que ya dan miedo. Me refiero al cercano Halloween que a mí me motivó a visitar el Stranger Coffee, un peculiar cafecito disfrazado de casa de espantos, que tiene tres temporadas rindiéndole honores al más allá, mientras sirve café, paninis y snacks en su tenebroso local de la plaza Tres800 de Avenida Revolución.