OPINIÓN

Fanatismos y politiquería

Josefina Leroux EN EL NORTE

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Un fanático termina por pensar que el mundo en el que cree es la única realidad legítima. Y si el fanático es líder, podrá contagiar de sus creencias a otros por la forma vehemente en que se expresa, particularmente a quienes carecen de un pensamiento reflexivo.