En la antigua Babilonia se rendía culto a una deidad vencedora del monstruo primitivo del caos, señor de los dioses de cielos y tierra. Su nombre era Marduk. En el antiguo México se rendía culto a distintas deidades, y quizá no combatían al caos... pero vencían al hambre con recetas ancestrales que revelaban a los hombres.