Gran torpeza
DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón EN EL NORTE
3 MIN 30 SEG
"Estoy a punto de dejar a mi mujer". Eso les comentó don Frustracio a sus amigos. Preguntó uno: "¿Por qué quieres dejarla?". Explicó él: "Acostumbra comer naranjas con chile". Acotó el que había preguntado: "Muchas mujeres comen naranjas con chile". Opuso don Frustracio: "¿En la cama, a la hora del amor?". (Nota. En un principio, oscura la alcoba, el mencionado señor pensaba que los ruidos que hacía su mujer eran expresiones de erótico deliquio o deleite pasional. Nada de eso: eran los chupetones que a la naranja daba)... No me estremezco fácilmente. Lo digo por si alguien quiere estremecerme. Hace mucho tiempo pasó para mí el de los estremecimientos. Confieso que antes sí me estremecía bastante. Dos veces diarias, por lo menos, y casi siempre sin motivo alguno. Me estremecía, digamos, automáticamente. Con la edad dejé de estremecerme. Ayer, sin embargo, me estremecí de nuevo. Vi la imagen de Elon Musk haciendo el saludo nazi, y eso me estremeció. Un ademán así lleva inevitablemente a recordar a Hitler y sus enormes crímenes, sobre todo el que cometió contra el pueblo judío en el Holocausto. Resulta inconcebible que en este tiempo, y en Estados Unidos, una figura tan destacada haga ese gesto que parece de simpatía con el más perverso régimen que sobre la faz de la tierra ha existido, y con el hombre más vesánico de nuestra época. Entiendo que Musk es el hombre más rico del mundo, pero su necia acción me hizo pensar que lo único que tiene es dinero, así de estúpido fue su ademán. Al hacerlo no sólo ofendió gravemente a los judíos estadounidenses y del mundo, sino a todos los hombres y mujeres que tienen conciencia de la dignidad humana y saben que el nazismo hitleriano fue causante de la mayor tragedia del pasado siglo. Me pregunto si Musk midió el alcance de su acto, sobre todo siendo como es parte del grupo cercano a Donald Trump. Tan mayúscula torpeza fue la suya que ni siquiera una disculpa podrá atemperarla. ¿Acaso no conoce ese sujeto la historia de la Segunda Guerra, los grandes sacrificios que hizo la nación que lo ha acogido para poner freno a la locura hitleriana, los miles de norteamericanos muertos en la lucha contra el demencial caudillo que saludaba y era saludado con ese odioso ademán? En alguna forma Trump deberá deslindarse de la conducta de ese individuo que se mostró tan imprudente e insensible. Si no lo hace dará la impresión de que condona su reprobable gesto. La soberbia del dinero lleva a cometer muchas pendejadas, casi tantas como las que inspira la soberbia del poder. El saludo nazi hecho por Musk ha de inscribirse entre las mayores torpezas que en los últimos años hemos visto... Doña Fecundina dio a luz su decimocuarto hijo. El médico le preguntó en tono de reproche: "¿Qué su marido no toma ninguna precaución?". "Él sí, doctor -respondió la prolífica señora-, pero los otros no"... Don Moneto, dineroso caballero, iba a desposar a una mujer desconocida para su círculo social. Ponderó uno de sus amigos: "Seguramente ella se casa contigo por interés". Dijo don Moneto con sinceridad digna de elogio: "Si le vieras las bubis, las pompas y las piernas sabrías que el que se casa por interés soy yo"... El joven Simpliciano hincó la rodilla frente a Dulcibel y le dijo con emocionado acento: "¡Te amo, cielo mío! ¡Quiero unir mi destino al tuyo, y viceversa! ¡Quiero que seas la madre de mis hijos! ¡Quiero ir contigo por el camino de la vida! ¡Quiero envejecer a tu lado! Resumiendo: ¡quiero que seas mi esposa!". "¡Ah! -exclamó ella, feliz-. ¡Qué equivocado estaba mi papá! ¡Decía que nunca encontraría yo un idiota que quisiera casarse conmigo!"... FIN.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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