"Por favor -le rogó el ciempiés a su amiguita-. Abre las piernitas". Replicó ella, terminante: "¡No, y cien veces no!"... Cierto sujeto que tenía el tic nervioso de abrir y cerrar los ojos fue al baño del restorán. El cliente que estaba a su lado, un señor bajito de estatura, empezó a abrir y cerrar los ojos, igual que él. Se molestó el individuo del tic. "¡Oiga! -le reclamó amenazante al otro-. ¡No me remede usted!". "Pos no me salpique" -respondió con temblorosa voz el chaparrito... Un ranchero iba por el camino con su burro, y el animal decidió ya no caminar. Ruegos, amenazas, y aun golpes, resultaron en vano. En eso llegó una mujer en su coche, y como el asno estaba atravesado en el camino ya no pudo continuar la marcha. Descendió del vehículo y le preguntó al ranchero: "¿Qué le pasa a su burro?". "No sé -respondió el hombre-. No logro hacerlo caminar". "Permítame" -dijo la viajera. Y acercándose al jumento le hizo algo. El pollino echó a correr a toda velocidad. "¿Qué le hizo?" -preguntó con asombro el campesino. Respondió la mujer: "Le hice unas cosquillitas allá abajo". "Pues ahora hágame las cosquillitas a mí -demandó el ranchero-, porque tengo que alcanzar al burro"... Aquel dictador hizo que todos los oficiales de su ejército, de generales a abajo, se formaran para pasarles revista. En eso estaban cuando un borrachín que pasaba se plantó frente al lucido contingente y gritó con voz estentórea y marcial: "¡Por el flanco derecho, vayan todos a tiznar a su madre!". El dictador se enfureció. Ordenó: "¡Capturen a ese hombre y fusílenlo!". "¿Por qué? -protestó con tartajosa voz el borrachín-. No dije: '¡Ya!'"... Después de algunos años de trabajar en Estados Unidos un individuo regresó cargado de dólares al pequeño pueblo del que había salido. Buscó a la novia de su juventud, pero la encontró casada ya con otro. Fue a la cantina donde estaba el marido de su amada y le dijo sin más ni más: "Amo a tu esposa. Si me la dejas te ofrezco darte lo que pese ella en billetes de 100 dólares". "Concédeme un mes" -le pidió el otro. "Entiendo -dice el forastero-. Necesitas ese tiempo para pensar mi proposición". "No -contestó el marido-. Necesito ese tiempo para que engorde más"... Viernes por la noche. El hombre de la casa se disponía a salir. "¡Empédocles! -clamó su mujer llevándose las manos a la cabeza con desesperación-. ¡No te vayas a emborrachar, por el Sagrado Corazón!". "No -replicó el individuo-. Ahora me emborracho por el rumbo de la Medalla Milagrosa"... Un tipo le dijo al médico: "No puedo salir con mujeres, doctor. Padezco un grave problema sexual". "¿Qué problema sexual es ése?" -preguntó el facultativo. Respondió con tristeza el otro: "No tengo dinero"... Doña Facilisa se quejaba: "Mi esposo me trata como a un perro". Le preguntó una amiga: "¿Te hace objeto de malos tratos, de desprecios?". "No -precisó doña Facilisa-. Quiere que le sea fiel"... La señora dio a luz una linda bebé. Le informó a su marido: "Se llamará Audómara, como mi abuela materna". El esposo no dijo nada, pero supo que ponerle así a la niña sería un crimen. Pensó rápidamente y exclamó: "¡Audómara! ¡Qué bello nombre! ¡Así se llamaba una novia que tuve!". Dijo entonces la esposa: "Pensándolo bien, mejor le pondremos Rosita. Así se llamaba mi abuela paterna"... El señor regresó a su casa de un viaje y al entrar en la recámara vio a un individuo sin ropa, y a su esposa en estado de gran agitación. Antes de que el señor pudiera abrir la boca le dijo aquel sujeto: "Soy representante del Banco Internacional Hipotecario, y le estaba diciendo a su señora esposa que así como estoy yo lo vamos a dejar a usted si no paga la hipoteca que tiene con nosotros"... FIN.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.