Tras la declaración en redes del director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México Pedro Salmerón en la que calificó de "valientes" a los miembros de la Liga Comunista 23 de Septiembre que intentaron secuestrar el 17 de septiembre de 1973 a Eugenio Garza Sada con el resultado que ya se conoce, se abrió una discusión sobre si aquella definición era justa y si la debía expresar un historiador que, hasta ese momento, ocupaba un cargo en el Gobierno federal.