Un día estás, al otro no. Envilecidos por manías, prejuicios, deberes, nos abrimos paso por el mundo, o eso creemos, y de forma inesperada perdemos al que se sienta al lado, a los padres, a la pareja.<BR><BR>Lo peor sucede cuando son los hijos. Uno viene a enterrar a los padres, de eso trata...