Iturbide era un extremado cultivador del género epistolar. Si alguien reuniera todas las cartas que escribió, saldrían más volúmenes que los de la Enciclopedia Espasa. No pasaba un día sin que escribiera por lo menos cinco epístolas, y eso que en aquellos años las cartas tardaban en llegar a su destino hasta dos meses, un poco menos de lo que tardan ahora. Tenía corresponsales Iturbide en todos los puntos cardinales del país, y se carteaba lo mismo con generales que con obispos; con empingorotados señores de la corte que con modestos artesanos; con señoras de dudosa reputación (que son las que la tienen menos dudosa) que con venerables religiosas que trascendían olor a santidad.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.