COLABORADOR INVITADO / Alil Álvarez Alcalá EN EL NORTE
La justicia fiscal es un buen negocio para el Estado. Se ha demostrado que un sistema fiscal considerado justo resulta en mayor cumplimiento voluntario o al menos reduce la resistencia de los individuos al pago de impuestos. Adam Smith señaló que: "el impuesto que cada individuo esté obligado a pagar deberá ser cierto y no arbitrario".