Se hincó en el suelo don Pedro Guerrero, y llorando a lágrima viva se abrazó a las rodillas de su hijo, que en vano se esforzaba por levantarlo. Con voz que los sollozos le quebraban suplicó el anciano. ¿Iba a seguir aquel río de sangre? ¿Durarían por siempre aquellas muertes, aquella destrucción? ¿Cómo era posible que combatieran padre e hijo, que hasta podrían hallarse en el campo de batalla frente a frente? ¿No pensaba en su mujer y su hija, abandonadas, que sufrían su ausencia y el sobresalto de saberlo muerto o prisionero cada día? Por su madre pidió el anciano al hijo que dejara las armas; por Dios le pidió que dejara ya esa rebelión.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.