Jamás "la región más transparente del aire" que dijo don Alfonso Reyes se vio tan transparente. Todo era fiestas y júbilos en la gran Capital de la Nueva España, que se convertía, por obra y mucha gracia de Iturbide, en la del naciente "Imperio Mejicano". Con jota se escribía el nombre de la nueva nación, como después lo escribiría don Alfonso Junco, el otro gran Alfonso de Monterrey. Entre paréntesis, a don Ramón María de Valle Inclán, el de las barbas de chivo, no le gustaba la jota española de "Méjico", y demandaba que el nombre de nuestro país se escribiera con equis, como nosotros lo escribimos. Alguien le preguntó una vez: "Bueno, ¿y usted por qué fue a México?". Y respondió: "-Pues sencillamente porque es el único país cuyo nombre se escribe con equis". Solía decir el autor de las "Sonatas: "No hay que cambiar la dulzura de la equis por la aspereza de la jota".
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.