OPINIÓN INVITADA / Luis Mendoza Ovando EN EL NORTE
La certeza de que esta Navidad será atípica, se me ha convertido en nostalgia porque las reuniones familiares, los regalos y hasta los abrazos parecen como de otro mundo. Una realidad alterna como la que solía imaginar de niño cuando a mí y a mis primos nos ponían una mesa aparte para cenar "más a gusto" y sólo veíamos a los adultos en el comedor y los pensábamos aburridos.