OPINIÓN

Las 'maids'

Guadalupe Loaeza EN EL NORTE

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Uno de los temas de conversación recurrentes de las legendarias "niñas bien" de la década de los ochenta eran sus constantes quejas respecto a las "maids", como llamaban a las trabajadoras del hogar. En un artículo titulado Downstairs (La Jornada, 1994), describo la triste realidad, que aún existe entre estos dos mundos totalmente opuestos: "No hay nada más contrastante dentro de un típico hogar mexicano que el cuarto de una patrona y el de la sirvienta, criada, trabajadora del hogar, o simplemente 'maid', como las llaman las que se sienten muy ladies. No importa la colonia, nivel social o económico, por lo general, la diferencia entre estas dos recámaras es apabullante. Sin embargo, entre más espléndida y lujosa resulte la casa, el contraste es mayor". Cuando se referían a la habitación de sus empleadas, decían: "A veces son tan incivilizadas, una trata de hacerlas personas, pero no entienden. Todo lo rompen, lo echan a perder. Cuando se les cae algo, dicen: 'Se me chispó'. Por eso tienen su cuarto así, son unas puercas. Siempre está tapado su baño, es que lo llenan de papel. Que lo destapen ellas. Ni de chiste voy a pagarles un plomero. Me niego rotundamente a entrar a su cuarto. Nada más me deprimo y hago corajes. De seguro está como una pocilga. ¡Qué horror!".