A la caída y muerte de Venustiano Carranza se alzó con el poder de la República el general sonorense. Tan incontrastable era su fuerza que ni siquiera necesitó acordar con los americanos los términos de su gobierno. Más de tres años se sostuvo sin ser reconocido por la Casa Blanca. Ésta no condenaba el asesinato de Carranza, ni tachó abiertamente de ilegítimo al gobierno obregonista. Lo que quería Washington era negociar la situación, obtener concesiones a cambio de su reconocimiento, tan anhelado por todas las naciones de América Latina.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
LEE SU TEXTO AQUÍ DIARIAMENTE