En una ocasión, al hablar de don Francisco I. Madero, el presidente Adolfo López Mateos dijo estas palabras: "No se manchó las manos ni con oro ni con sangre". En efecto, el Apóstol de la Democracia es uno de los pocos héroes inmaculados que tenemos en la historia de México. Acostumbrados al cinismo, crueldad y ansia desorbitada de poder de los gobernantes revolucionarios en la época convulsa de las luchas por el poder, no hemos entendido cabalmente el idealismo ético de Madero y todavía, sotto voce, le aplicamos los calificativos de "ingenuo", "inocente" y aun "tonto".
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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