Seguramente Napoleón III sintió remordimientos de conciencia por haber dejado a Maximiliano en la estacada. Pero quizá los tranquilizó después con la lectura de los informes que le enviaron sus representantes desde los primeros días del gobierno de Maximiliano. Esos informes nos presentan el verdadero rostro del emperador: asumió plenamente su nueva nacionalidad de mexicano y defendió a su país de adopción lo mismo contra su enemigo mayor, los Estados Unidos, que contra Francia.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.