Me habría gustado conocer al padre Mauricio Zavala, sacerdote potosino.
Nació en la tercera década del siglo diecinueve; murió en la segunda del pasado. Fue cura párroco de Ciudad del Maíz. Ahí intentó llevar a cabo una reforma agraria tendiente a conseguir que los grandes hacendados comarcanos cedieran en propiedad algunas tierras a los campesinos que las trabajaban, para librarlos así de la indigna condición de peones.
La feroz reacción de los latifundistas originó un levantamiento armado que desde luego fue prontamente sofocado por el gobierno y por los mismos propietarios.
El padre Zavala, perseguido por todos, desamparado por su iglesia, hubo de desterrarse de San Luis. Fue a dar a Yucatán. Ahí se enamoró de la riquísima cultura yucateca. Escribió una Gramática Maya, y fue autor de varios estudios sobre las tradiciones y leyendas del Mayab.
Me habría gustado conocer al padre Zavala. Conoció las tormentas de la vida, y luego supo de su paz. Las dos materias forman la existencia humana. Lo deseable es que al final llegue la paz.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.