Don Agustín Rivera fue un extraño sacerdote, liberal, partidario de don Benito Juárez. ¡Un cura juarista! Con eso le digo todo. He estado en la casa donde vivió en Lagos de Moreno, una linda casita que tiene un patinillo lleno de luz, con una noria y una enredadera. En la Feria del Libro del Palacio de Minería compré, ahora que presenté ahí mi más reciente libro, "Cuentos de todos (y de otros también)", uno de los opúsculos escritos por don Agustín. En él pedía que la enseñanza del latín no sólo se hiciera en los seminarios, sino también en las escuelas públicas, de modo que pudieran aprender esa preciosa lengua no nada más los sacerdotes, sino toda la gente. Añade don Agustín: "Hasta los indios y las mujeres".
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.