Don Benito Juárez, pese a tantos tratos que tuvo con los americanos, a los que más de una vez debió que los conservadores le hicieran lo que el aire a Juárez, no quiso nunca que los vecinos del norte se aceraran mucho al sur. "Entre México y los Estados Unidos -solía decir-, el desierto". Fue por eso que hasta la época de don Porfirio, y viendo que México no tenía los capitales que se requerían para la magna obra de tender líneas de ferrocarril, el Gobierno dio concesiones a ciudadanos norteamericanos y de otras procedencias para establecer el servicio ferroviario.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.