Me encanta la última edición del diccionario de la Real Academia Española. Me gusta porque en ella los señores académicos, generalmente tan estípticos -estíptico es lo mismo que estreñido-, se mostraron dadivosos, abrieron las ventanas al aire de lo popular, sobre todo de América Latina, y recogieron por fin vocablos muy usados por Su Majestad el pueblo a los que sin embargo la docta corporación negaba reconocimiento.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.